Después de caer en dos ocasiones sobre la arcilla del Capitán San Luis, la tropa capitalina, apoyada por su exigente fanaticada, resurgió de sus cenizas como hizo ante Santiago de Cuba para llegar a esta instancia y elevó la temperatura del Clásico occidental.
Una carrera en el mismo primer capítulo, sucia a los récords del abridor Mario Valle, y otra en el tercer acto remolcada por un largo sencillo contra los colchones de Yasmani Tomás, les dieron ventaja a los anfitriones hasta el sexto episodio.
Allí Rafael Orlando Perdomo, quien había colgado cinco argollas en la pizarra con apenas un jit permitido, soportó tres consecutivos, entre ellos un doble de William Saavedra que trajo a dos compañeros a casa e igualó el choque.
Cerrando el segundo tercio de juego, sus huestes azules sacaron del box a Valle y gracias a un elevado de sacrificio del emergente Ángel Hechavarria tomaron una diferencia mínima que duró hasta el octavo episodio.
En ese apartado, el relevista Pavel Hernández boleó a un bateador y permitió un par de jits, uno de ellos impulsador de Yaser Julio González, pero eso fue todo lo que permitió el diestro serpentinero para anotarse el crédito.
La definición llegó en el final de esa entrada cuando Roberto Álvarez pegó su segundo tubey de la noche y anotó por cuarta vez empujado por otro elevado de sacrificio de Hechavarria.
Jenier Álvarez cargó con el revés al aceptar la anotación que definió el reñido enfrentamiento.
Mañana lunes a las 18:30, hora local, ambos equipos jugarán el quinto desafío de este duelo al mejor de siete, en el mismo coloso habanero.
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