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viernes 16 de agosto de 2024
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Muestra alerta sobre artefactos explosivos sin detonar en Panamá

Ciudad de Panamá, 14 jul (Prensa Latina) La muestra “Bombas no detonadas”, del fotógrafo y arquitecto panameño Alfredo J. Martiz, alerta hoy sobre un peligro de muerte en los campos del istmo debido a artefactos sembrados por Estados Unidos en polígonos.

La expo, con sede en la sala “Ruta por la Soberanía 1903-1964”, del museo del Canal Interoceánico, es resultado de investigaciones que vinculan la tragedia de la familia de Sabino Rivera, quien en junio de 2004, cuando tenía 42 años, ingresó en un terreno contaminado de artefactos explosivos y murió tras pisar un mortero.

Esa historia se repite en otros panameños afectados, que Martiz acoge en un entorno de investigación, experimentación y producción artística.

La obra profundiza en el impacto social de los antiguos polígonos de tiro estadounidenses abandonados y tomados ya por la naturaleza, donde se ocultan artefactos sin explotar que, de forma accidental, generan muertes y amputaciones entre la población.

Según dijo el creador a la prensa, su muestra utiliza como eje narrativo el legado de las municiones no detonadas del proyecto San José(una isla en la periferia del canal), para explorar la constante amenaza militar de la época y sus repercusiones socioeconómicas, diplomáticas y psicológicas en las relaciones entre Estados Unidos y Panamá.

El llamado proyecto San José, explica cómo el 6 de enero de 1944, Panamá autorizó a los Estados Unidos ocupar la isla homónima, en el Pacífico, como un sitio de prueba de armas de guerra.

El proyecto terminó en 1947, pero en la isla quedaron municiones sin detonar hasta el 2017.

Para el Museo de Canal, este “enfoque reflexivo permite a los visitantes del museo abordar la historia de Panamá desde una perspectiva renovada y crítica”, precisa una reseña.

La construcción del canal de Panamá por Estados Unidos, inaugurado en 1914, trajo consigo la presencia de tropas en el istmo durante unos 85 años, una presencia militar destinada a la protección de la vía interoceánica, pero que también sirvió como campo de pruebas por el clima tropical del país para otros conflictos bélicos, precisan historiadores.

El norteño país mantuvo en Panamá hasta 15 mil efectivos en 10 bases distribuidas a lo largo del canal, tras la firma de los Tratados Torrijos-Carter de 1977, que pusieron fin a la presencia castrense estadounidense el 31 de diciembre de 1999.

oda/ga

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