El impacto alcanzó tiendas de campaña y casas cercanas lo que provocó “algunas de las escenas más terroríficas que he visto en los nueve meses desde que conflicto en Gaza», afirmó el enviado en declaraciones a la prensa desde el enclave.
Como consecuencia, más de 100 personas resultaron heridas y el aire se llenó de olor a sangre, narró Anderson al insistir en la necesidad de un alto al fuego para atender las necesidades humanitarias de los gazatíes atrapados en el conflicto.
El hospital Nasser, donde llegaron los heridos, no cuenta con suficientes camas, suministros de higiene, sábanas, colchones o batas y muchos pacientes fueron tratados en el suelo o en bancos de la sala de espera sin desinfectante, lo que pone incluso en riesgo de sepsis a las lesiones tratables y de complicaciones mucho más importantes, alertó.
“Un trabajador de la salud estaba limpiando charcos de sangre en el suelo usando solo agua porque no hay suficientes suministros o material desinfectado u otros artículos de limpieza para detener la propagación de la infección”, narró.
El coordinador advirtió además por la ruptura de la ley y el orden en la Franja, lo que consideró un desafío urgente mientras prospera el negocio del contrabando de forma lucrativa ante la ausencia de la policía local.
“A medida que las personas se encuentran en un vacío, buscan diferentes maneras de salir. Estamos tratando de traer a la policía comunitaria o hacer que la policía vuelva a trabajar”, aseguró al respecto.
Lo que se necesita con urgencia, recalcó, es un alto el fuego completo para que todas las partes en el conflicto protejan a los civiles dondequiera que estén, pero especialmente en las escuelas y hospitales de la ONU.
Anderson recordó que, desde el 7 de octubre, 190 instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa) fueron atacadas, la mayoría de ellas en más de una ocasión.
Desafortunadamente para la gente de Gaza, las órdenes de desplazamiento continúan mientras que cerca de 300 mil personas permanecen en el norte y las más recientes disposiciones obligaron a 200 mil palestinos a huir nuevamente, dijo el coordinador humanitario adjunto.
En promedio, la gente en Gaza ha tenido que mudarse al menos una vez al mes, por lo que muchos se han desplazados entre nueve y 10 veces.
El término desplazamiento suena muy estéril y no creo que haga justicia a lo que pasa la gente cuando se muda; consideró.
«Algunos sólo pueden llevar a sus hijos y muchos lo han perdido todo y lo necesitan todo», lamentó.
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