La elección a la vicepresidencia en la fórmula electoral del expresidente republicano redujo la lista a tres nombres: los senadores Marco Rubio, de Florida, y J.D. Vance, de Ohio, y Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte.
Aunque el magnate en ocasiones resulta impredecible y juega hábilmente con la opinión pública, también existe la posibilidad real de que recurra a un compañero de boleta que nadie ha considerado siquiera.
La elección ocurrirá justo en la arrancada este lunes de la Convención Nacional Republicana (15 al 18 de julio) en una Milwaukee blindada luego del ataque a tiros en el mitin de campaña de Trump en Pensilvania que lo dejó herido y a otras dos personas en estado crítico, así como un muerto entre sus simpatizantes en el acto.
En la reunión oficialmente el partido identificado por el color rojo y el elefante anunciará su nominado a la candidatura para las elecciones generales del 5 de noviembre, puesto que logró asegurar tempranamente Trump durante el proceso de primarias cuando se deshizo de todos sus rivales.
El expresidente (2017-2021) supo dejar en suspenso a toda la prensa que el pasado 9 de julio enfiló sus reflectores hacia un mitin en Doral, Florida, donde muchos apostaban a que ahí daría a conocer el ticket de Rubio a la vicepresidencia; sin embargo, ese día se burló de los rumores.
Trump tomó nota de toda la prensa presente en el rally y espetó: «probablemente piensen que voy a anunciar que Marco será vicepresidente».
NBC News indicó que internamente, un punto clave de tensión e indecisión para la elección es equilibrar el deseo de un compañero de fórmula que no sea amenazante con el deseo de alguien que también pueda ser considerado el futuro del movimiento de Trump.
En última instancia -como refirió un análisis de la CNN-, Trump sin duda está buscando a alguien que sea totalmente leal, alguien que salga en televisión y diga lo que sea necesario, y alguien que no desvíe la atención del público de él.
Un comunicado del asesor principal de su campaña, Brian Hughes enfatizó: “Como ha dicho el propio presidente Trump, el criterio principal para seleccionar a un vicepresidente es que sea un líder fuerte con perspectivas de continuar después de que concluya su próximo mandato de cuatro años”.
“Pero cualquiera que le diga que sabe quién o cuándo el presidente Trump elegirá a su vicepresidente está mintiendo, a menos que esa persona se llame Donald J. Trump”.
Así que fiel a su estilo trumpiano -ahora convertido en casi héroe tras el atentado que sufrió en Butler-, ha tratado de elevar la expectativa como si fuera el reality show “The Apprentice”, que una vez presentó.
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