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lunes 19 de agosto de 2024
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Nico Williams y Lamine Yamal, la España mestiza en Eurocopa

Madrid, 15 jul (Prensa Latina) Ni el más imaginativo y cuidadoso guion de cine, pudiera armar mejor la historia real de dos futbolistas que hoy son orgullo de España, Nico Williams y Lamine Yamal.

Por Fausto Triana

Williams cumplió en Alemania 22 años y Yamal 17, los dos extremos que fueron sensaciones en la Eurocopa que acaba de conquistar la Roja, con un meritorio trabajo colectivo bajo la batuta del entrenador Luis de la Fuente.

Tal vez nunca fue mejor momento para reivindicar el papel de la inmigración en Europa, y en particular en España, donde el debate llegó al punto hace unos días de disolver la alianza de la ultraderecha de Vox con el conservador Partido Popular (PP) en cinco Comunidades Autónomas.

Mientras sigue el debate en el terreno político, en el cual la extrema derecha intenta descalificar de forma absoluta a la inmigración, el protagonismo futbolístico de Williams y Yamal sacudió a la opinión pública.

Hace 30 años, el padre de Nico Williams (jugador del Athletic de Bilbao), y su madre, embarazada de Iñaki (también del Athletic), salieron de Ghana y recorrieron Burkina Faso, Mali, Argelia y el desierto del Sáhara a pie.

Luego, saltaron la valla de Melilla y cruzaron la Península hasta Bilbao, en el País Vasco. Hace dos años los carismáticos hermanos tomaron una decisión crucial: Iñaki jugaría con la selección nacional de Ghana para honrar las raíces familiares, y Nico lo haría con España, en agradecimiento al país que acogió a sus padres.

Lamine Yamal era un caso menos conocido. Procedente de la cantera de la Masía del Barcelona, el mozalbete de entonces 16 años se hizo de un puesto de titular en el cuadro azulgrana ante ausencias por lesiones de estelares y también, por méritos propios.

De padre oriundo de Marruecos y madre de Guinea Ecuatorial, nació en Esplugas de Llobregat, provincia de Barcelona, pero creció en Rocafonda, barrio obrero de Mataró, en la misma zona.

Desde que comenzó a meter goles y especialmente el suyo brillante y crucial contra Francia en la Eurocopa en semifinales, Yamal mostró en la celebración un número con sus dedos, 304, los últimos dígitos del código postal de Rocafonda.

Su actuación, estilo desenfadado y alegre de juego, y su rostro juvenil, hicieron recordar los comienzos del argentino Lionel Messi con el Barcelona.

Todavía más allá de las coincidencias normales, saltó a la palestra una foto a la cual se añadieron otras posteriormente: Messi, muy joven, bañando a Lamine Yamal cuando era un bebé recién nacido.

La foto se hizo por una campaña solidaria entre Diario Sport, Unicef y la fundación del Fútbol Club Barcelona. Y si de verdad los astros en ocasiones se alinean, esto de Messi y Yamal es un fenómeno inexplicable.

mem/ft

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