La orden implicó el despliegue de los medios aéreos y terrestres en misiones de asistencia, reconocimiento, búsqueda y localización de blancos de interés, indicó el alto mando a través de su cuenta de la red social X.
Con la localización del pequeño avión se realizaron los procedimientos vigentes para persuadirlo y conminarlo a aterrizar en acompañamiento, “haciendo el mismo caso omiso a las órdenes”, explicó el general en jefe.
Hernández señaló que la aeronave intentó evadir los cazas de combate de la Fuerza Aérea bolivariana, al realizar maniobras de evasión con vuelo rasante y ejecutar un aterrizaje forzoso en un sembradío en las inmediaciones de Turen, estado de Portuguesa, lo cual provocó su proyección a tierra.
Precisó que de acuerdo con la información obtenida por las unidades terrestres de reconocimiento, en el lugar de los hechos, se determinó que se trataba de una aeronave tipo Piper PA-34-200T Séneca II, matrícula PR-RP.
El alto mando militar señaló que al lado de la aeronave se localizó un tripulante fallecido y rastros de interés criminalísticos, como un pasaporte de nacionalidad mexicana y licencia de vuelo norteamericana, además de otros materiales que vinculan a dicho avión al narcotráfico.
Advirtió que en correspondencia con la Ley de Control para la Defensa Integral del Espacio Aéreo, toda aeronave u objeto que infrinja las disposiciones sobre la circulación aérea, será declarado como blanco hostil y “al no identificarse, apagar localizador, transponder y ocultar las matrículas de identificación, se ordenó la interdicción e interceptación aérea”.
El general en jefe subrayó que Venezuela es territorio de paz y “no permitiremos que nuestros espacios sean usados para los fines del flagelo del narcotráfico”.
Recordó que el 10 de mayo último fueron inutilizadas dos aeronaves en dicha área de interés y una pista clandestina, preparada a manera de aeródromo y plataforma clandestina.
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