En declaraciones a la emisora Radio Morena, Abad se consideró una “víctima de lawfare” y cuestionó las acciones del Ejecutivo en su contra.
La pasada semana, Noboa afirmó que, cuando corresponda, tomará una decisión apegada a la Constitución para poder participar en las elecciones de 2025 sin encargar el poder a la vicemandataria.
Según declaró el mandatario en una entrevista, Abad -quien se encuentra como embajadora en Israel- “se irá solita” de la vicepresidencia.
«Yo creo que al final todo cae por su propio peso», aseveró el gobernante, quien se refirió a declaraciones recientes de Abad sobre un posible indulto al expresidente Rafael Correa (2007-2017), quien se encuentra como asilado político en Bélgica y defiende su inocencia tras una condena ocho años de prisión por presunta corrupción.
Sin embargo, en sus declaraciones de este lunes, Abad negó la posibilidad de indultar al exmandatario Correa.
“Han querido ponerme como que voy a darle indulto al señor Correa, una cosa desquiciada, con tal de poder cubrir, tapar, y justificar el abuso del poder”, manifestó.
El pasado 14 de junio la oposición en la Asamblea Nacional (Parlamento) votó en contra de levantar la inmunidad a Abad para que sea investigada por la Fiscalía General del Estado por presunta concusión dentro de un caso en el que también está procesado su hijo, Sebastián Barreiro.
Noboa ha anunciado que se postulará para la reelección, pero para eso necesitaría pedir licencia del cargo durante la campaña electoral, periodo en que la vicepresidenta Abad debería asumir la jefatura del Ejecutivo, como señala la Constitución.
Sin embargo, el mandatario busca alternativa para evitar esa situación
«Tomaremos las medidas que la Constitución permita. Ahí lo dejo con la intriga», respondió Noboa ante la insistencia este lunes sobre el caso en la entrevista a Radio Sucre.
Las desavenencias entre los dos principales jefes del Ejecutivo ecuatoriano se evidenciaron desde la elección del binomio y luego, el 8 de diciembre de 2023, a pocos días de asumir el cargo, Noboa envió a Abad a Tel Aviv como embajadora y colaboradora para la paz.
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