Una encuesta socioeconómica piloto llevada a cabo por Acnur, la Agencia de la ONU para los Refugiados, verificó que las comunidades de refugiados y de acogida encaran retos similares, los cuales agravan los riesgos de protección y limitan las oportunidades de autosuficiencia.
El estudio abarcó tres mil 100 hogares y demostró que quienes se ven forzados a huir a Sudán del Sur suelen llegar a zonas rurales con servicios básicos limitados, altas tasas de desempleo, falta de oportunidades educativas, infraestructuras deficientes y albergues superpoblados, indicó la fuente.
“Millones de sursudaneses viven por debajo de la línea de pobreza y la guerra en Sudán se está cobrando un alto precio en la economía del país”, señaló la representante de Acnur en Sudán del Sur, Marie-Helene Verney.
De tal forma, la integración de las personas refugiadas resulta particularmente desafiante, y “es crucial que ahora vinculemos la asistencia humanitaria a los programas de estabilización y desarrollo en la medida de lo posible”, opinó.
En las próximas semanas, la crecida sin precedentes del lago Victoria y las previsiones de lluvias superiores a la media en toda la región amenazan con empeorar la situación ya de por sí grave.
Las severas y persistentes inundaciones de los últimos años dañaron de manera severa las cosechas, las tierras de cultivo y las infraestructuras agrícolas, en detrimento de la producción de alimentos y los medios de vida, recodó la institución.
Pese a los desafíos, el Gobierno de Sudán del Sur abrió sus puertas para ofrecer protección a quienes huyen de la guerra; pero unos recursos desbordados pueden traducirse fácilmente en tensiones.
Por tanto, las inversiones sustanciales a largo plazo son cruciales para mejorar el bienestar de la población refugiada y de las comunidades de acogida, remarcó Acnur.
En la actualidad, Sudán del Sur acoge a más de 460 mil personas refugiadas, procedentes de Sudán, la República Democrática del Congo y Etiopía, entre otras naciones.
La mayoría de ellas viven en el norte y llevan más de una década en el país; además, desde el inicio de la guerra en Sudán hace más de un año, Sudán del Sur recibe un promedio de mil 600 personas al día, entre refugiados de Sudán y sursudaneses, quienes regresan a un territorio, en el cual muchos de ellos nunca habían vivido, indicó el organismo de Naciones Unidas.
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