Mediante una encuesta dedicada a ese sector poblacional y aplicada en los departamentos de Alta Verapaz, esta capital, Huehuetenango, Quetzaltenango, Quiché, San Marcos y Totonicapán, se conoció que el 32 por ciento cursó la primaria.
Los resultados del proyecto de 2023, expuestos por el Consejo de Nacional de la Juventud del Gobierno local, detallaron que el 27 por ciento obtuvo el nivel básico y el 31, el diversificado, en tanto, un dos por ciento nunca estudió.
La población de 15 a 29 años representó el pasado año el 28,9 por ciento del total; de 30 y más, el 39,6;y de 0 a 14, el 31,4 por ciento, según precisaron los autores.
Reflejaron la inclusión en la muestra de un 45,7 por ciento de ladinos y mestizos, igual valor de mayas, 0,6 garífunas, 0,3 extranjeros, 0,2 xincas y un 7,2 por ciento respondió que no sabía su etnia.
El estudio señaló, por otro lado, que un 20 por ciento dejó de comer en alguno de los momentos del día por falta de alimentos y un 36 por ciento no tuvo variedad en la mesa.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, renovó a fines de abril pasado el compromiso de su Gobierno con los jóvenes y los instó a involucrarse activamente en la construcción de un país más próspero y equitativo.
El mandatario expresó que en ellos está la esperanza del futuro, ya que son los verdaderos protagonistas de los cambios, pero hace falta valentía y acción.
Arévalo admitió la realidad de los adolescentes guatemaltecos, en especial la de aquellos en situación de pobreza, quienes fueron históricamente marginados de oportunidades educativas y laborales, subrayó.
La nación podrá avanzar en la medida que a la juventud se le escuche, “sin ustedes Guatemala no va a cambiar, pero de la mano de la juventud sale adelante”, enfatizó el jefe de Estado.
El binomio presidencial de este territorio centroamericano de Arévalo y Karin Herrera asumió el pasado 14 de enero (recién cumplió seis meses) hasta 2028 con múltiples retos y la promesa de una nueva primavera.
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