Thavisin acudió anoche al lugar de los hechos con el propósito de conocer en detalles la situación y en posterior rueda de prensa señaló que “no se han registrado señales de un supuesto robo o atentado”.
En opinión del jefe de Gobierno tailandés el infortunado suceso no debe tener un impacto negativo en el turismo, un sector vital para la economía del país, que este año espera recibir más de 36 millones de visitantes internacionales y obtener como resultado ingresos por más de 80 mil millones de dólares.
Según confirmó la policía local cuatro de los seis fallecidos (tres hombres e igual cantidad de mujeres) encontrados en la tarde de este martes en el hotel Grand Hyatt Erawan eran ciudadanos vietnamitas y los otros dos estadounidenses-vietnamitas.
Por su parte, el comandante de investigación de la Oficina de la policía metropolitana, mayor general Theeradet Thumsuthee, aludió a la posibilidad de que las seis personas murieran supuestamente por envenenamiento.
Parecía que las víctimas habían bebido café y té en la habitación, pero no estaba claro si se suicidaron o fueron envenenadas, señaló.
De acuerdo con reportes de prensa, la investigación preliminar reveló que no se encontraron moretones en los cuerpos de las víctimas, ni tampoco signos de riña, y que al parecer ellos planeaban partir la víspera, pues su equipaje personal estaba empacado y cerca de la puerta de la habitación.
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