La directora de esa dependencia del Ministerio de Economía Karina Donis presentó una denuncia ante el Ministerio Público (MP) contra quienes pudieran estar especulando con la comercialización de vegetales, verduras, frutas y otros bienes.
En el documento incluyó a “productores, distribuidores (exportadores, industria, centros de acopio, intermediarios, mayoristas y detallistas) así como a los que intervienen en la comercialización.
Mencionó a propietarios de supermercados, mercados (los capitalinos de La Terminal y Central de Mayoreo -Cenma-, abarroterías y tiendas de barrio y en general a toda persona que el ente investigador logre individualizar en la cadena).
La funcionaria resaltó entre los vegetales al tomate, papa, cebolla, güisquil, repollo; así como otros que se consideren, mientras en el caso de las frutas enfatizó en el aguacate.
El oficio de la Diaco requirió además la intervención de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), para que inicie la persecución correspondiente por delitos fiscales y tributarios.
Igualmente, un informe de precios al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación; y a las municipalidades de la urbe, Guatemala y Villa Nueva, enlistar los nombres de los comerciantes que trabajan en La Terminal y Cenma.
“El viernes -12 de julio- cuando se trabajó en conjunto con la SAT, y los ministerios de Gobernación y Defensa, evidenciamos que donde se están centrando las posibles causas de especulación son los centros de mayoreo como La Terminal y Cenma”, describió Donis.
Argumentó que varios productos tienen una variación no proporcional a las condiciones del mercado analizadas en meses anteriores al actual.
El Ministerio de Economía –según medios locales de prensa- mantiene a través de la Diaco operativos constantes para verificar en los 22 departamentos los precios de los productos alimenticios fundamentales.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ubicaron la inflación desde enero último en 3,82 por ciento, 3,30, 3,24, 3,36, 3,76 y 3,62 en junio, lo que las autoridades monetarias ven como normal.
Investigadores y población en general cuestionaron por diferentes vías la metodología empleada y descartaron que los datos sean creíbles en correspondencia con los incrementos apreciados en alimentos y bebidas.
Productores agrícolas señalaron, por su parte, primero una fuerte sequía, el exceso de lluvias, la subida de costos de la semilla, mano de obra, fertilizante y transporte, lo que impactó la cadena desde el campo hasta el mercado.
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