Como en semanas anteriores, miembros de la Asociación Sindical y la Federación de Profesionales de la Salud, además de representantes de otras organizaciones y asambleas barriales, apoyan a las personas que perdieron sus empleos con acciones como un cese de actividades, una ronda, una conferencia de prensa y una reunión de solidaridad.
En esta oportunidad, las agrupaciones insisten en la necesidad de fortalecer los reclamos para lograr la reincorporación de los despedidos, lo cual se logró en algunos casos.
Necesitamos que este sea el inicio de una gran campaña nacional en defensa de la salud pública pues vemos el profundo impacto que genera la política de vaciamiento con el achicamiento de programas, la falta de entrega de medicamentos, de presupuesto y los injustificados y brutales despidos de profesionales altamente calificados de nuestro hospital, señala un comunicado de esas entidades.
Aquí no sobra nadie. Decidiremos los pasos a seguir, con organizaciones solidarias y otros ciudadanos en lucha, afirmó Luis Sucher, uno de los trabajadores expulsados.
Por su parte, la Agrupación Marrón del Frente de Izquierda señaló que lo ocurrido forma parte de “un ataque del Gobierno contra el derecho a la salud, que se basa en la precarización laboral, la cual se expresa en los contratos (antes anuales, ahora trimestrales), en el avance del monotributo, los bajos salarios, la falta de personal, de insumos, equipamiento y medicinas”.
Todo ello es un combo explosivo y expulsivo para muchos profesionales con años de formación y docencia, que beneficia al sistema privado y atenta contra la calidad de la atención a los pacientes, cuando crece la pobreza y el desempleo, añadió.
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