«Recibieron plazas por invitación bipartita a partir de la reasignación de puestos oficializada por el Comité Paralímpico Internacional», precisó a ese medio el jefe del departamento de deportes para personas en situación de discapacidad del Instituto Nacional de la esfera, Jorge Reinaldo Palma.
Con estas dos nuevas inclusiones, la delegación cerró con 21 integrantes, cinco más que los que asistieron a Tokio 2020, subrayó el directivo, quien confirmó la ambición de ganar en la cita francesa alrededor de 10 medallas.
Entre esas preseas esperan conquistar cuatro o cinco títulos para tener posibilidades de finalizar entre los 25 primeros países en la tabla general.
El campeón panapanamericano de Santiago 2023, Castro, competirá en la categoría F41 para atletas con trastorno de ansiedad generalizada y llega a la magna lid parisina con el aval de un sexto puesto mundial en el certamen celebrado el pasado mayo en Kobe, Japón.
Por su parte, Hechavarría, quien también debutará en justas paralímpicas, sobresale como una de las más jóvenes integrantes del conjunto cubana y exhibe entre sus mejores resultados la corona parapanamericana T47 (movimiento y coordinación ligeramente limitados de un brazo y de un antebrazo) entre juveniles, ganada hace un año en Bogotá.
Los recordistas mundiales y campeones paralímpicos de Tokio 2020, Omara Durand y Robiel Yankiel Sol, parten con las mayores opciones por la mayor de las Antillas.
Durand sale de favorita para triunfar en los 100, 200 y 400 metros, categoría T12 (discapacidad visual), con lo que llegaría a 11 cetros en Paralimpiadas.
Por su parte, Sol anhela ratificar su reinado absoluto entre los saltadores de largo de la categoría T46 y establecer un nuevo récord universal.
La delegación cubana también la componen exponentes de parataekwondo, parajudo, paratiro, pararquería, paranatación y paratenis de mesa, y contará con la presencia de ocho mujeres, el doble de las que asistieron hace tres años a la capital nipona.
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