Según la CTA-A, entre los encarcelados por crímenes de lesa humanidad que fueron frecuentados por los legisladores se encuentran Alfredo Astiz y Raúl Guglielminetti.
Astiz fue condenado a cadena perpetua por miles de secuestros, asesinatos y delitos perpetrados en el centro clandestino que funcionó en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada.
Entre las víctimas se encuentran las fundadoras de la asociación Madres de Plaza de Mayo Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y Mary Ponce, y las religiosas francesas Leonie Duquet y Alice Domon.
Guglielminetti es un exagente de inteligencia que perteneció al grupo de tareas que tenía su base en el centro de detención conocido como Automotores Orletti.
De acuerdo con la CTA-A, la reunión fue organizada por el diputado Beltrán Benedit y también asistieron Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo.
Esa visita de supuestos representantes de la democracia argentina a genocidas es una afrenta y demuestra el desprecio que tienen por el pueblo y la historia que construimos en 40 años, señala un comunicado de la central sindical.
A esto se suma que Astiz es uno de los mayores símbolos de la represión, la tortura, el robo de bebés y la desaparición forzada y sistemática de nuestros compañeros. Además, se infiltró en la organización Madres de Plaza de Mayo, un símbolo de nuestra historia de lucha, añade.
Asimismo, el texto señala que “para este gobierno la categoría de negacionista es insuficiente: reivindican abiertamente la acción de la dictadura cívico-militar. De ahí la visita a los represores y la admiración por los genocidas”.
Nosotros seguimos diciendo Nunca Más y ellos creen que eso es lo que deben derrotar para que no se haga efectivo. La CTA-A repudia enérgicamente ese accionar por parte del oficialismo y todo intento de negar, invisibilizar o intentar avasallar nuestras banderas de Memoria, Verdad y Justicia, concluye.
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