Sin mencionar la convocatoria a la paralización y posteriores marchas, la mandataria dijo que “tenemos derecho a trabajar en una patria segura, unida y donde se respire paz, no tenemos necesidad de bloquear carreteras”, dando por hecho que habrá esas acciones de fuerza.
Afirmó que el Gobierno siempre ha estado dispuesto a atender los reclamos. “Los recibimos con los brazos abiertos para dialogar” y añadió que si no hubiera acuerdo, sí se justificaría la protesta.
“Pero antes de conversar, de haber agotado la vía del diálogo no podemos salir a bloquear carreteras o hacer actividades violentas que no ayudan al desarrollo del país ni a la imagen de la patria”, expresó en un acto convocado para anunciar el éxito de la temporada de pesca de anchoveta para la exportación de harina de pescado.
Consultado al respecto, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores (CGTP), Gerónimo López, dijo que el bloque de organizaciones sociales y políticas de izquierda y centro que dirige la protesta no ha recibido ninguna convocatoria a dialogar.
“Pero tampoco aceptaríamos, porque el Gobierno no tiene legitimidad” debido a que en las encuestas tiene una desaprobación que llega a 90 por ciento, argumentó.
También señaló que el Gobierno no está en condiciones ni tiene voluntad para atender las demandas sociales y que lo que se necesita para la paz social, la preservación de la democracia y la estabilidad del país es el retiro de la presidenta y del también impopular Congreso.
La paralización que, según fuentes sindicales, se expresará también con marchas y otras acciones, se realizará en un nuevo aniversario del paro nacional del 19 de julio de 1977, cuya contundencia obligó al ejecutivo derechizante del general Francisco Morales a programar su retiro del Gobierno y convocar a una asamblea constituyente.
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