Reportes del Programa Mundial de Alimentos (PMA) divulgados aquí aseguran que la entrega de raciones resulta más difícil por el alto número de personas desarraigadas por la fuerza que permanecen en los refugios y hogares del organismo.
La ONU estima que nueve de cada 10 palestinos han sido obligados a abandonar sus hogares. Las órdenes israelíes para abandonar zonas muchas veces clasificadas como “segura” provocaron masivos desplazamientos al menos una vez al mes.
Como consecuencia, desde que estallara la actual ronda del conflicto entre Israel y el grupo Hamas, algunos civiles se desplazaron hasta nueve y diez veces.
De acuerdo con la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), sus trabajadores reducen los alimentos para garantizar una cobertura más amplia para las personas que han sido recientemente desplazadas en la ciudad de Gaza, ubicada en la zona central del enclave.
La OCHA confirmó además que el ejército israelí detuvo el miércoles todas las misiones de ayuda al norte de Wadi Gaza, el valle del río que divide el enclave en dos.
“Esto significa que los trabajadores humanitarios no pudieron llegar a ninguno de los cientos de miles de personas necesitadas. También les resultó imposible recoger suministros en el punto de entrada norte de Erez Oeste”, lamentó la entidad en su más reciente actualización.
Muchos puntos de distribución del PMA debieron reubicarse o cerrar además por la falta de suministros o las órdenes israelíes.
“Necesitamos urgentemente más entregas de alimentos y una mayor capacidad para entregar comidas calientes”, advirtió el Programa en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter. ro/ebr
