El recorrido de 12 mil kilómetros de la antorcha por suelo francés se aproxima a su destino: la Ciudad de la Luz y su patrimonial río Sena, muy cerca del cual arderá el 26 de julio la flama olímpica en un mensaje de paz y de fraternidad.

Este jueves en el departamento de Oise la llama se despidió del paso por el interior del país, ya que mañana comenzará en Val-d’Oise la recta final en la Región Parisina del largo viaje que arrancó el 16 de abril en Olimpia, Grecia, cuna de los juegos modernos.

La etapa 60 del recorrido cerró en Beauvais, situada a menos de 80 kilómetros de París, con el encendido del pebetero por la campeona olímpica de espada por equipos de Atlanta-1996 y tres veces monarca mundial Sophie Moressée-Pichot.

Fueron en total 130 los portadores de la antorcha en un periplo que incluyó la otrora residencia real e imperial del palacio de Compiègne, el majestuoso castillo de Chantilly, la famosa por su Fiesta de la Rosas comuna de Gerberoy, Creil y el histórico bosque de Compiègne, donde en noviembre de 1918 se firmó el armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.

De particular relevancia resultó el momento en el que el niño de 10 años Tiago Cluber tomó el relevo de la llama olímpica, el más joven en hacerlo hasta ahora.

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