Según él, la razón de esto es el buen desarrollo económico de Irak.
Este es un país con enormes recursos financieros, que aparentemente debería poder asumir la responsabilidad de su propia población, explicó el ministro.
De acuerdo con sus palabras, la ayuda prestada a Irak en los últimos 10 años ascendió a casi tres mil millones de coronas (más de 284 millones de dólares).
Los fondos dejarán de fluir en 2025. El ministro también añadió que el Gobierno lleva a cabo una importante reorganización de la política de ayuda de Suecia.
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