En declaraciones a Prensa Latina, señaló que se trata de un proceso vivo, que actualmente asume “los desafíos de garantizar la paz, la seguridad y la soberanía, que es lo fundamental para seguir construyendo derechos humanos y la dignidad nacional”.
Añadió que el Gobierno encabezado por el Comandante Daniel Ortega continúa trabajando con el propósito de garantizar una vida de dignidad para todos los nicaragüenses, y está inmerso en la lucha contra la pobreza.
Significó igualmente la labor para asegurar derechos fundamentales como el acceso a la educación y la salud gratuitos y de calidad; al agua potable; la energía eléctrica; a una vivienda digna; así como por mejorar infraestructuras esenciales para el desarrollo, como las carreteras.
Mencionó también las inversiones en proyectos y programas para la soberanía alimentaria, además de las acciones para empoderar a las mujeres, a las niñas y los niños.
Rechazó cualquier tipo de intervención o imposición extranjera, y dijo que uno de los principios cardinales es defender la libertad de Nicaragua de elegir sus propios caminos.
La Revolución Popular Sandinista continúa creando condiciones para que los y las nicaragüenses puedan vivir conforme a sus propios propósitos en un ambiente de paz, de dignidad y de colectividad, sostuvo Ríos.
Se trata de asegurar que en Nicaragua pueda seguir existiendo la fraternidad entre hermanos, la solidaridad y, sobre todo, que se garantice la paz, agregó.
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