Los infectados desde el primer caso reportado en febrero en el país incluyen a seis enfermos mayores de 75 años y tres entre los 70 y 74, el grupo etario más golpeado por ese parásito y con mayor susceptibilidad a infectarse, añadió la fuente.
Las personas con algún tipo de discapacidad, encamados o en condición de calle son más vulnerables a sufrir la llamada miasis del GBG, que infecta a sus víctimas cuando la mosca Cochliomyia hominivorax pone sus huevos en heridas abiertas o cavidades como boca, nariz, orejas o genitales.
Muchos son confundidos por información incorrecta, pues el contagio de esta enfermedad es ajeno a ingestas de alimentos o a platos y vasos contaminados por el insecto y después usados por las personas, aclaró el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), citado por el diario El Observador.
Todas las personas y animales de sangre caliente pueden ser víctimas de esta enfermedad, causada por la fase de larva de la mosca, transmisores que pueden multiplicarse con el creciente aumento de las lluvias, advirtió el Senasa.
Esa institución coincidió con el Ministerio de Salud y la Universidad Hispanoamericana en recomendar mayor vigilancia y control en el cuidado de los animales, mediante revisiones frecuentes, curación de todas las heridas y reportes oportunos a las autoridades sobre casos de esta plaga.
El primer fallecimiento costarricense por esa infección fue una joven de 19 años de la noroccidental provincia de Guanacaste, el 19 de junio, cuyo contagio constituyó también el séptimo en seres humanos confirmado en el país.
La sintomatología incluye dolor localizado, prurito intenso, malestar en la zona afectada, eritema y nódulos cutáneos, herida con supuración y protuberancia dolorosa con movimiento.
Los estudios carecen de evidencia precisa sobre desde cuándo existe el GBG en América, pero algunas coincidencias sugieren que ya proliferaban desde que el colonizador español Hernán Cortés invadió y conquistó México en 1519.
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, el GBG fue erradicado del sur de Estados Unidos, México y la totalidad de América Central y Panamá mediante un proyecto que comenzó en 1957 y concluyó exitosamente en 2004 con la erradicación de la plaga en Panamá.
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