En un comunicado, la Presidencia palestina consideró que la decisión representa una victoria para la justicia y exigió a Israel la retirada inmediata y sin condiciones de los colonos y sus tropas de los territorios ocupados.
Además, sus autoridades deben compensar las pérdidas materiales y morales a nuestro pueblo, subrayó.
El mundo debe obligar a esa nación a poner fin a “su proyecto colonial de forma total e inmediata, sin restricciones ni condicione”, recalcó.
Asimismo, señaló que la sentencia de la CIJ reafirmó el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, a su tierra y a crear un Estado independiente.
El veredicto, emitido mientras nuestro pueblo sufre una agresión y un genocidio en la Franja de Gaza, renueva las esperanzas de un futuro libre de colonialismo, afirmó la Presidencia.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados saludó la histórica opinión jurídica emitida por la Corte sobre la naturaleza de la ocupación israelí.
La Cancillería destacó que la CIJ evaluó todos los hechos y pruebas presentados por Palestina y varios países que se sumaron al procedimiento.
“Esta opinión consultiva ahora en un hecho jurídico irrefutable y tiene implicaciones jurídica”, aseguró.
La única solución compatible con el derecho internacional es que Israel, la potencia ocupante, ponga fin incondicional e inmediatamente a su ocupación ilegal del territorio palestino, apuntó.
Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, minimizó las consecuencias de la sentencia, mientras los titulares de Finanzas, Bezalel Smotrich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, reclamaron la anexión total de Cisjordania.
En su dictamen, el tribunal estimó también que las colonias en la Ribera Occidental y Jerusalén Este constituyen una violación del derecho internacional y recordó la prohibición de adquirir territorio por la fuerza.
Israel debe retirarse “lo más rápidamente posible” de esas zonas y reparar los daños causados durante décadas, indicó.
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