Según los primeros reportes de televisoras regionales, la incursión, en la que participaron aviones F-15 y F-35, tuvo como objetivo una refinería, almacenes y una estación eléctrica, y fue una represalia por el ataque ayer de un dron del grupo armado contra un edificio en Tel Aviv, que causó la muerte de un israelí y heridas a otros 10.
Los canales mostraron imágenes de largas columnas de fuego y humo debido a las explosiones de varios tanques de almacenamiento de combustible en Hodeidah.
La urbe es uno de los principales puertos de esta nación árabe y una puerta de entrada de productos vitales para la región septentrional.
El vocero de las Fuerzas de Defensa de Israel, Daniel Hagari, confirmó la agresión al señalar que tenía como objetivo “blancos militares”.
El portal noticioso israelí Walla señaló que en la operación participaron Estados Unidos y el Reino Unido, aunque en declaraciones al diario The New York Times una fuente oficial de Washington negó esa información.
Mientras, un vocero de la milicia yemenita aseguró a la televisora Al Mayadeen que responderán pronto al ataque, que causó numerosos muertos y heridos.
Desde hace meses los rebeldes, que controlan la capital Saná y grandes zonas del norte del país, ejecutan sistemáticos ataques contra Israel y buques vinculados a esa nación que transitan por el Mar Rojo.
Los insurgentes afirman que sus operaciones cerca del estratégico estrecho de Bab Al-Mandeb son una represalia por la agresión contra la Franja de Gaza, que tras más de nueve causó la muerte a más de 38 mil palestinos y heridas a otros 89 mil.
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