En un comunicado, la organización no gubernamental, fundada por exreservistas, destacó que el jefe del Comando Central firmó esta semana dos órdenes que otorgan a Israel autoridad de aplicación, planificación y construcción en territorios transferidos en virtud de los Acuerdos de Oslo a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Según las disposiciones, funcionarios israelíes pueden ordenar la demolición de estructuras palestinas en la llamada Reserva, que constituye tres por ciento de la Ribera Occidental.
Los acuerdos firmados entre ambas partes otorgan a la ANP la planificación y el control de la construcción en esa área.
“El deseo del gobierno de control y anexión de los colonos no tiene fin”, advirtió Paz Ahora.
La Reserva es una invención israelí nacida del Acuerdo de Wye, de 1998, un complemento del pacto firmado en Oslo, debido a la intransigencia del entonces primer ministro Benjamin Netanyahu, quien continúa en el cargo, señaló.
Netanyahu “buscó bloquear la implementación de los acuerdos firmados con los palestinos y evitar transferirles autoridad en estos territorios, y por lo tanto, fueron definidas como ‘reservas’”, explicó.
Según lo rubricado en Oslo en 1995, Israel se comprometió a transferir zonas de Cisjordania a la ANP, conocidas como Áreas A y B, mientras las C quedaron bajo su control total.
Sin embargo, el traspaso se realizó en etapas y cuando Netanyahu llegó al poder en 1996 no cumplió los compromisos contraídos por el país y por tanto en las negociaciones posteriores acordó una fórmula que permitió al político derechista “transferir los territorios a la ANP pero al mismo tiempo les impidió utilizarlos”, criticó Paz Ahora.
Ambas partes acordaron que esa zona se definiría como Áreas Verdes o Reserva, en la cual, los palestinos tendrían autoridades de planificación y construcción, pero no podrían construir.
La decisión del Ejército coincide con una sentencia de la Corte Internacional de Justicia, emitida ayer en La Haya, que consideró ilegal la ocupación israelí de la Ribera Occidental y reclamó la retirada del Ejército y de los colonos.
Se calcula que unos 200 mil colonos judíos viven en Jerusalén Este y otros 550 mil en Cisjordania, un territorio que la comunidad internacional considera parte del futuro Estado palestino.
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