De acuerdo con esa empresa, el 56,84 por ciento de los ciudadanos aquí no le cree al presidente Daniel Noboa, mientras un 37,02 por ciento sí lo hace.
Asimismo, el 38,28 por ciento de los encuestados considera mala la gestión del mandatario, el 14,19 por ciento la califica de muy mala y solo un 2,86 por ciento cree que es muy buena.
Según el estudio, el 26,48 por ciento de los ecuatorianos criticó la administración de Noboa por el mal manejo de la economía, como subir el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y eliminar los subsidios a los combustibles.
Entretanto, el 26,11 por ciento indicó que el gobernante no cumple lo prometido y, el 25,02 por ciento dice que no combate la inseguridad.
La encuesta fue llevada a cabo entre los días 6, 7 y 8 de julio y fue aplicada a 621 hombres y mujeres entre 18 y 65 años, en las ciudades de Quito y Guayaquil.
Con respecto a la gestión de la vicepresidenta Verónica Abad, la pesquisa develó que el 44,26 por ciento de las personas la calificó como mala, el 12,30 por ciento muy mala y el 14,89 por ciento la tildó de buena.
Al consultar a los ecuatorianos si esperan que Noboa encargue la presidencia a Abad para participar en las elecciones de 2025, el 47,35 por ciento de los encuestados espera que este encargo se efectúe.
Las desavenencias entre los dos principales jefes del Ejecutivo ecuatoriano se evidenciaron desde la elección del binomio y luego, el 8 de diciembre de 2023, a pocos días de asumir el cargo, Noboa envió a Abad a Tel Aviv como embajadora y colaboradora para la paz.
La pasada semana, Abad reiteró que asumir la jefatura del país mientras Noboa participa en las elecciones de 2025, “no es un capricho, lo establece la ley”.
Por su parte, el jefe del Ejecutivo afirmó que, cuando corresponda, tomará una decisión apegada a la Constitución para poder participar en las elecciones de 2025 sin encargar el poder a la vicemandataria.
Noboa anunció que se postulará para la reelección, pero para eso necesitaría pedir licencia del cargo durante la campaña electoral, periodo en que la vicepresidenta Abad debería asumir la jefatura del Ejecutivo, como señala la Constitución. Sin embargo, el mandatario busca alternativas para evitar esa situación.
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