La mayoría de estos aparatos (47) fueron interceptados en la provincia de Rostov del Don, 17 sobre el mar Negro y el mar de Azov, ocho en el territorio administrativo de Krasnodar y los restantes tres en las provincias de Bélgorod, Vorónezh y Smolensk, precisó el ente castrense en su página oficial de Telegram.
Durante los últimos meses Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartaristán.
Defensa señaló que los fragmentos de los drones derribados en la región de Kranodar provocaron un incendio en áreas boscosas cerca de la ciudad de Tuapsé, en la costa rusa del mar Negro, aunque no hubo que lamentar daños materiales ni víctimas.
A mediados de mayo pasado un ataque ucraniano con drones provocó un incendio en una refinería de petróleo en esa localidad.
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