Rosemary DiCarlo, secretaria general adjunta de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz, aseguró que los ataques de los rebeldes hutíes y la respuesta de Tel Aviv amenazan además el Acuerdo de Hudaydah y todo lo pactado en 2022 con apoyo del organismo.
Los frágiles avances logrados con la tregua negociada por la ONU entonces en Yemen “se ven eclipsados por la violenta escalada en la región”, alertó la representante durante un encuentro convocado a propósito de la escalada del fin de semana.
De acuerdo con Di Carlo, otro de los crecientes riesgos se reportan en el mar Rojo donde la Organización Marítima Internacional verificó 42 ataques de los hutíes contra buques comerciales en respuesta a la ofensiva israelí en Gaza y las matanzas de palestinos civiles.
A la par, a lo largo de la Línea Azul que separa a Israel del Líbano, continúan intensos intercambios de disparo que provocan muerte, desplazamiento y sufrimiento junto daños ambientales.
“Un movimiento precipitado, un error de cálculo podrían desencadenar una catástrofe que trascienda las fronteras y, francamente, la imaginación”, dijo la secretaria general adjunta.
La representante exigió un alto el fuego inmediato y sostenible junto a la liberación incondicional de los rehenes para poner fin a la catástrofe en Gaza.
“Y necesitamos que todas las partes vuelvan a comprometerse con un horizonte político que conduzca a la solución de dos estados”, recalcó.
Además, ratificó las preocupaciones del organismo tras la retención de varios miembros del personal humanitario en Yemen, lo que la ONU califica como detenciones arbitrarias.
“Instamos a las autoridades de facto a que liberen de inmediato y sin condiciones a todos ellos, y solicitamos además que se les trate con pleno respeto a sus derechos humanos y se les permita ponerse en contacto con sus familiares y representantes legales”, exigió.
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