Con ese propósito el gobierno vietnamita elaboró un plan de acción integral enfilado a continuar acelerando la industrialización y modernización del país, incluso con una visión a largo plazo que se extiende hasta 2045.
Según el proyecto, detallado en una resolución gubernamental emitida recientemente, para 2030 el sector industrial deberá contribuir con más de un 40 por ciento del producto interno bruto (PIB), que deberá crecer a una tasa promedio anual de un siete por ciento.
Para entonces el ingreso per cápita será de unos siete mil 500 dólares al año, mientras se prevé reducir la mano de obra agrícola a menos de un 20 por ciento del total de la fuerza de trabajo con que contará la nación indochina.
Con miras a impulsar aún más la economía se prevé una mayor participación del sector de servicios, pues el turismo deberá generar por sí solo de un 14 a un 15 por ciento del PIB.
La resolución, según reseñó la agencia de noticias VNA, exige el establecimiento de corporaciones de gran escala y globalmente competitivas y el desarrollo de conglomerados industriales, e insta a dominar las cadenas de valor industriales y agrícolas clave.
El documento llama también a fomentar la innovación, mejorar las políticas e instituciones y construir una industria nacional sólida y autosuficiente, y prevé reformas en las políticas financieras y crediticias, así como optimizar la gestión de recursos, proteger el medio ambiente y profundizar la integración global.
Subraya asimismo la importancia de la identidad cultural y la necesidad de preservar los valores vietnamitas y de crear una fuerza laboral calificada, capaz de liderar la industrialización y modernización de la nación garantizando al mismo tiempo el bienestar social.
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