La OCHA denunció los constantes ataques contra civiles en Lubero, en la provincia de Kivu Norte, los cuales limitan el acceso a varias zonas donde las personas desplazadas encontraron refugio, aun cuando uno de los puntos para el acuerdo del cese de hostilidades era permitir el paso de la ayuda.
De acuerdo con el organismo, entre marzo y principios de julio la violencia en esa provincia hizo abandonar sus hogares a 390 mil personas en los territorios de Rutshuru y Lubero, las cuales enfrentan actualmente necesidades de alojamiento, alimentación y sanidad, entre otras.
“Aunque la tregua ha permitido a las organizaciones de ayuda reanudar la distribución de suministros médicos y otros tipos de asistencia vital a las personas desplazadas y retornadas en Lubero, muchos todavía necesitan un apoyo crítico”, refirió la OCHA.
En un comunicado sobre el tema, igualmente llamó a la protección de los trabajadores humanitarios, y a que las partes en el conflicto trabajen para poner fin definitivamente a los combates y buscar una resolución negociada sostenible.
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