Mondo, como llaman al garrochista sueco, acumula ya en sus escasos 24 años ocho récords universales, llevando la osadía de tocar el cielo de 6.17 metros en febrero del 2020 a 6.24 en abril pasado en Xiamen, China.

Con el respeto a otros atletas que se han esforzado para llegar en plena forma a la Ciudad de la Luz, el oro de la pértiga parece con dueño, solo se trata de ver hasta dónde volará el campeón olímpico de Tokio-2021.

¿Presionado?, Duplantis respondió con la naturalidad que lo caracteriza a Prensa Latina en su interés en conocer qué siente un deportista de quien el público siempre espera más allá del título, un nuevo registro para los libros.

Sé que las personas siempre tienen altas expectativas, mi postura es la de concentrarme para dar lo mejor, dijo el pertiguista hace pocos días, sin negar que en París-2024 pudiera sellarse la espectacular disciplina con otro récord.

Para el tetracampeón mundial, dos veces al aire libre y dos bajo techo, la cita con los cinco aros en la capital francesa será el regreso a la normalidad, después de Tokio-2021, en la que la Covid-19 privó al público de acudir a los estadios, y a los competidores de animarse con sus aplausos.

Sin pecar de inmodesto, Duplantis afirmó que está acostumbrado a la presión, y los resultados y las hazañas lo ratifican.

La pregunta de si caerá la marca mundial en los Juegos Olímpicos tendrá respuesta en unos días en el Stade de France, otros quisieran conocer si es humanamente posible llegar y superar los 6.30 metros en esta década, aunque Mondo asegura que no le quita el sueño, con él y su pértiga nada debería ser descartado.

ro/wmr