La presentación los próximos sábado 27 y domingo 28 de la agrupación antillana incluye el clásico de Roland Petit Carmen (1949), basado en la novela original del francés Prosper Mérimée, con coreografía de Alberto Alonso, música de Georges Bizet y arreglo de Rodión Schedrín, informó la agrupación en un comunicado.
El elenco antillano de danza clásica y su actual directora e intérprete Viengsay Valdés reservan otras novedosas entregas para el público del capitalino Teatro Popular Melico Salazar, como Dionaea, un montaje danzario de Gustavo Herrera con melodías de Heitor Villa-Lobos.
La escena del centro cultural tico, que honra al tenor del mismo nombre (1887-1950), presentará también el solo Muto, de Alberto Méndez, musicalizado por Edvard Grieg; y el pas de deux El corsario, en versión de Alicia Alonso sobre la pieza original de Marius Petipa y partitura de Riccardo Drigo.
Medios y entes publicitarios ticos destacan en los últimos días textos, fotos y otras imágenes sobre la historia, aportes y figuras del BNC, desde su fundación el 28 de octubre de 1948 como una de las más prestigiosas compañías de ballet del mundo, así como su presente ubicación dentro de la élite de la danza y de la cultura hispanoamericanas en general.
Los espacios publicitarios insertan datos y fotos sobre el elenco, integrado, además, por las primeras figuras Sadaise Arencibia, Anette Delgado, Dani Hernández, Grettel Morejón, y Yankiel Vázquez, y bailarines en ascenso como Ányelo Montero, Estefanía Hernández, Gabriela Druyet y Jorge Guerra.
Páginas promocionales en Internet explican los primeros éxitos de la agrupación creada por los cubanos Alicia Alonso, Alberto y Fernando Alonso, cuya sede radica hoy en el Gran Teatro de La Habana, con su cuerpo de baile, coreógrafos como Iván Tenorio y Eduardo Blanco, y centros de formación al estilo de la habanera Escuela Nacional de Ballet.
Medios de prensa citan a estudiosos cubanos sobre “logros visionarios en la coreografía contemporánea”, “mejoras significativas en el repertorio», o «avances coreográficos únicos y diversos en obras reconocidas en todos los ámbitos».
“El BNC –parafrasean algunos- ha coreografiado e interpretado versiones completamente nuevas sobre clásicos como Giselle, El lago de los cisnes o Coppélia”, junto a ballets creados por artistas de la nación antillana.
Las promociones recuerdan en especial a “la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, coreógrafa y maestra, fundadora y directora del BNC, personalidad relevante en la historia de la danza escénica, figura cimera del ballet clásico en el ámbito internacional y personalidad insigne de la cultura nacional cubana”.
El arte de esta legendaria bailarina –rememoran otros- fue aclamado durante décadas por disímiles públicos y la crítica especializada del mundo entero, en reconocimiento al ilimitado espectro de su arte, que ostentan pocas artistas de la danza, y definen en la tradición del baile clásico las más altas cualidades estilísticas, expresivas y técnicas.
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