Aunque aún faltarían 16 años y las cosas pueden cambiar, el ejecutivo del canciller federal Olaf Scholz demoró en tomar una decisión definitiva sobre las aspiraciones de ser sede olímpica, señalaron expertos citados aquí por la agencia DPA.
El gabinete firmó una declaración conjunta con la Confederación Olímpica Deportiva Alemana (DOSB) y con las ciudades y los estados (land) interesados en acoger el importante certamen deportivo.
Aunque el DOSB desde hace algún tiempo buscaba un pronunciamiento del Gobierno, aún queda pendiente definir en que parte de este país se realizarían los Juegos Olímpicos, en caso de obtener el derecho a ser sede.
Por ahora, las ciudades que mostraron interés para acoger al evento bajo los Cinco Aros fueron esta capital, Hamburgo, Leipzig y Munich, así como la región de Rin-Ruhr.
Alemania transita ahora por dificultades económicas, luego de cerrar 2024 con un decrecimiento económico, mientras en el primer trimestre de este año presentaba un estancamiento técnico.
La aplicación sin todas las condiciones de las exigencias de la llamada economía verde, para eliminar fuentes energéticas mediante uso de hidrocarburos y carbón, así como centrales eléctricas para sustituirlas por energías renovables influyeron en el alza de tarifas energéticas.
Ello también tuvo mucho que ver con el sabotaje de los gasoductos Nord Stream I y II que llevaban gas natural a este país desde Rusia y el boicot a la compra de combustible a ese país, lo cual tuvo un efecto bumerán sobre la rentabilidad de la economía germana, estiman expertos.
Además, esa situación agudizó la emigración de grandes empresas alemanas para países como Estados Unidos, donde existen tarifas energéticas mucho más baratas.
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