De momento los amantes del llamado deporte blanco contienen la respiración, porque el ibérico tuvo que retirarse este jueves del entrenamiento tocado en el muslo derecho, lo cual genera dudas por los antecedentes de lesiones del rey de la tierra batida, la superficie en la que se jugará en la Ciudad de la Luz entre el 27 de julio y el 4 de agosto.

Djokovic, el tenista con más torneos de Grand Slam ganados (24), debutará contra el veterano australiano Matthew Ebden, mientras Nadal, el segundo con más victorias (22), lo hará frente al húngaro Márton Fucsovics, partidos que parecen de puro trámite.

Si salen airosos los favoritos, el recinto de la Porte d’Auteuil –la sede del segundo Grand Slam del año, el Roland Garros- volvería a honrarse con un choque que aporta una buena parte de la historia reciente de la disciplina.

El español ha dominado la tierra batida de París como nadie, con 14 coronas, tres de ellas venciendo en la final del Garros.

Por lo pronto hay dudas de qué ocurrirá con Rafa, quien en los Juegos Olímpicos integra una dupla de lujo con su coterráneo Carlos Alcaraz.

De acuerdo con Carlos Moyá, el entrenador de Nadal, darán al tenista 48 horas para ver la evolución del muslo.

El duelo entre dos de los grandes jugadores de la historia marcha 30-29 a favor de Djokovic y este pudiera ser el último, considerando los contratiempos del español.

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