Durante un acto este viernes, el encargado de negocios de la embajada de Cuba en Ecuador, Vladimir González, resaltó que ese hecho marcó el inicio de la etapa final de lucha por la definitiva independencia del país caribeño.
Rememoró que el objetivo del grupo de jóvenes liderados por Fidel Castro era tomar por sorpresa el cuartel más grande de la zona oriental del país para derrocar la dictadura del entonces presidente Fulgencio Batista.
Aunque la acción fracasó desde el punto de vista militar y asesinaron cruelmente a muchos de los asaltantes, despertó a la ciudadanía y no dejaron morir las ideas del Apóstol José Martí en el año de su centenario, comentó el diplomático.
González también hizo énfasis en que al igual que los moncadistas de hace 71 años, en la actualidad los cubanos no claudicarán, pese a los múltiples intentos del gobierno estadounidense por estrangular a la Revolución y al pueblo.
En ese sentido, denunció cómo el bloqueo económico, comercial y financiero de Washington con más de 240 medidas y la inclusión de Cuba en la lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo son acciones que pretenden asfixiar a los habitantes de la nación caribeña.
La presidenta de la Asociación de Mujeres Nela Martínez, Emma Ortega, destacó cómo lo ocurrido el 26 de julio de 1953 posibilitó trazar un programa de liberación nacional con inclusión y expresó su admiración por las cubanas y sus logros.
Por su parte, Lenín Reyes, presidente de la Coordinadora de Amistad y Solidaridad con Cuba, hizo un recuento del contexto en que tuvo lugar el asalto al Moncada, un suceso que aseguró sirve aún hoy de ejemplo para organizaciones sociales fuera de la isla.
En tanto, el escritor, cineasta y analista político venezolano residente en Ecuador, Fernando García, calificó al Moncada como una “proeza necesaria sin la cual no tendríamos Patria”.
Al finalizar las intervenciones, hubo música y baile con ritmos andinos y cubanos.
A la velada asistieron representantes de legaciones diplomáticas en esta capital de Rusia, China, Argelia, Irán, la República Árabe Saharaui Democrática, así como miembros de organizaciones sociales de esta nación andina.
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