En la sesión de este viernes de la cuadragésima sexta reunión del grupo de expertos, el embajador palestino ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Monir Astas, destacó la decisión como un importante mensaje de esperanza para el pueblo en Gaza, que huye de las bombas sin refugio, sin comida ni agua.
Cuando estaba redactando mi discurso, me pregunté si era posible hablar de Gaza sin mencionar la guerra, señaló el diplomático en una breve, pero emotiva declaración ante los delegados de 150 países.
Sin embargo, señor Presidente y distinguidos miembros del comité, observarán que no hablaré de la destrucción masiva de escuelas, hospitales, universidades, centros de prensa, iglesias y mezquitas; no voy a hablar de la matanza de civiles inocentes, incluidos niños, mujeres, ancianos, estudiantes, profesores, médicos y periodistas, ni del hambre y la falta de alimentos y agua, dijo.
En cambio, puntualizó, me centraré en el espíritu y el propósito de la convención.
Al respecto, el embajador acotó que cuando una propiedad está inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad, significa que todos los Estados Partes son responsables de su protección.
En ese sentido, Astas insistió en que el patrimonio de San Hilarión, el cual desempeñó un papel importante en la difusión del cristianismo en todo el mundo, principalmente en Europa, está presente en muchos países, Chipre, Italia, Croacia, entre otros.
Por ende, instó a los miembros del comité y a todos los Estados Partes a convocar a Israel, la potencia ocupante, a que se abstenga de atacar cualquier propiedad cultural en la Franja de Gaza y que ponga fin de inmediato y de forma permanente a la guerra destructiva en curso en el territorio palestino ocupado.
De acuerdo con un escrito de Ahmad Al-Rajoub, director general de Patrimonio Mundial del Ministerio palestino de Turismo y Antigüedades, las ruinas del monasterio se encuentran en la ciudad de An-Nuseirat, aproximadamente a 10 kilómetros al sur de la ciudad de Gaza y a igual distancia de su puerto.
Su posición estratégica en la encrucijada de las principales rutas comerciales y de comunicación entre Asia y África, lo convirtió en un centro de intercambio religioso, cultural y económico durante el período bizantino.
El sitio cuenta con elementos arquitectónicos bien conservados, como un complejo de tres iglesias superpuestas, una cripta, baños, sistemas de agua y calefacción y un albergue.
Como el establecimiento monástico más antiguo de Palestina y el Mediterráneo oriental, fundado por el santo palestino Hilarión, el sitio es un testimonio de su legado espiritual y cultural, su influencia en las prácticas y la difusión del cristianismo en el Medio Oriente, junto con su rico patrimonio artístico y arquitectónico.
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