En una entrevista para la emisora local Forever Radio, el titular advirtió que lo que resta de 2024 será muy seco, y señaló que si bien aún no llega el estiaje este mes de julio el agua represada bajó considerablemente.
Explicó que luego de las lluvias de junio, embalses como Amaluza, que abastece la hidroeléctrica Paute, la segunda más grande del país, redujo su nivel a mil 983,58 metros sobre el nivel del mar y su cota mínima para funcionar es mil 975 metros.
Ante ese escenario, Goncalves señaló que a corto plazo prevén la contratación de emergencia de 418 megawatts (MW), lo que incluye el polémico alquiler de una barcaza turca para generar 110 MW de electricidad.
Goncalves añadió que para el mediano plazo, la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec EP) aprobó un reglamento que le permite asociarse con capitales privados para la construcción de nuevos proyectos de generación y transmisión.
«Es fundamental la participación de la empresa privada, ya no hay recursos en el Estado para que este servicio sea 100 por ciento estatal», dijo Goncalves.
Bajo esa modalidad tienen previsto ocho proyectos que sumarían 912 MW con una inversión estimada de mil 500 millones de dólares para entrar en funcionamiento de aquí a uno o dos años.
Asimismo, se refirió a los estudios para utilizar energía geotérmica a partir de los 22 volcanes activos existentes en el territorio nacional.
Ecuador enfrenta una crisis energética por déficit de generación que tuvo su momento más crítico a mediados de abril, con apagones de hasta 13 horas en algunos lugares, aunque los cortes se suspendieron desde el 1 de mayo.
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