A la luz de una serie de contactos diplomáticos y políticos en el marco del seguimiento de las repetidas amenazas israelíes contra la nación, el jefe del Ejecutivo llamó a evitar caer en una escalada que complicará la situación y conducirá a consecuencias indeseables.
De acuerdo con la cuenta en la red social X del gobierno libanés, Mikati condenó en sus comunicaciones todas las formas de violencia contra civiles y reiteró la necesidad de un alto al fuego sostenible en los frentes como la única solución posible para evitar más pérdidas humanas y un mayor agravamiento de la situación en la zona.
Al mismo tiempo, destacó que «la posición libanesa es entendida por todos los amigos y los contactos continúan en más de una dirección internacional, europea y árabe para proteger al país y alejar sus peligros».
La declaración del primer ministro libanés ocurrió en el contexto de la creciente tensión tras el impacto de un misil interceptor israelí, lanzado desde el sistema Cúpula de Hierro, que mató a 12 personas en Majdal Shams y dejó a unas 30 heridas, algunas en estado crítico.
En este contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque israelí contra un campo de fútbol en Majdal Shams, en el Golán sirio ocupado.
La máxima autoridad de las Naciones Unidas exigió el cese inmediato de los intercambios de disparos a través de la Línea Azul que separa a Israel y Líbano, de acuerdo con el derecho internacional.
Al mismo tiempo, Guterres convocó a las partes a volver a comprometerse urgentemente con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y volver a una cesación de las hostilidades.
Desde el primer momento, la Resistencia de Líbano (Hizbulah) negó rotundamente su responsabilidad del ataque y afirmó que no tenía nada que ver con el suceso, contrariamente a las afirmaciones israelíes sobre el asunto.
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