Un comunicado de la Oficina del primer ministro precisó que tras el cambio político de 2018 heredaron otros desafíos como la baja productividad y competitividad del sector, el mal desempeño de los proyectos de desarrollo y la mala gestión de los recursos.
Los procesos de reforma política y legal actuales trajeron nuevas esperanzas para la transición a un entorno macroeconómico más estable, según la fuente.
La primera fase del Programa de Reforma Económica Nacional implementada en el año fiscal 2019 incluyó numerosas ideas de políticas que iban desde macrofinancieras hasta estructurales y sectoriales.
Según el texto, con ese programa Etiopía logró resultados significativos al mejorar la capacidad gubernamental para recaudar ingresos fiscales, ampliación de las fuentes de ingresos, aumento de la capacidad de producción interna, creación de oportunidades de empleo, entre otros.
Destacó que es una de las economías de más rápido crecimiento del mundo al lograr un ascenso sólido en los últimos seis años. Del año fiscal 2019 al 2023, la economía de Etiopía registró una tasa de crecimiento promedio del Producto Interno Bruto del 7,1 por ciento.
Asimismo, Addis Abeba se convirtió en un actor importante en el panorama económico africano y demostró su compromiso con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, además de construir la economía más grande de África Oriental y la tercera del África Subsahariana.
Por otra parte, el lanzamiento recientemente de la segunda fase del Programa de Reforma Económica Nacional busca establecer un marco de política macroeconómica moderno y sólido que apoye y garantice la estabilidad, la resiliencia y la sostenibilidad.
De igual manera, transformar el entorno de inversión y comercio para impulsar la competitividad y oportunidades que promuevan y mejoren la innovación y el espíritu empresarial, así como la expansión de la capacidad productiva aumentando la inversión y desbloqueando los potenciales de crecimiento económico.
Precisó el comunicado que las medidas de reforma tienen como objetivo corregir las distorsiones cambiarias, fortalecer el sector financiero, controlar la inflación, aumentar los ingresos fiscales, mejorar la eficiencia de la inversión pública, garantizar la sostenibilidad de la deuda pública, entre otros problemas.
Adoptarán las medidas necesarias para proteger a los miembros vulnerables de la sociedad de los impactos negativos a corto plazo de la estrategia y fortalecerán los programas de redes de seguridad social. Los empleados gubernamentales de bajos ingresos recibirán los subsidios salariales necesarios.
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