El proyecto, lanzado en los últimos seis meses en el cargo, se fundamenta en que el máximo tribunal de la nación ha anulado precedentes legales establecidos desde hace mucho tiempo que protegían los derechos fundamentales.
Además, desmanteló las protecciones de los derechos civiles, quitó a la mujer el derecho a elegir y ahora otorgó a los presidentes una amplia inmunidad frente al procesamiento por los delitos que cometan en el ejercicio del cargo, subrayó una Hoja informativa publicada este lunes por la Casa Blanca.
A su vez, los recientes escándalos éticos que involucran a algunos jueces provocaron el cuestionamiento público acerca de la “imparcialidad y la independencia que son esenciales para que la Corte lleve a cabo fielmente su misión de impartir justicia para todos los estadounidenses”, añadió.
Por eso, ante esta crisis de confianza en las instituciones democráticas de Estados Unidos, Biden consideró “tres reformas audaces para restablecer la confianza y la rendición de cuentas”, indicó el texto.
En ese sentido, el mandatario propuso junto con la limitación del periodo en el puesto para los jueces, que no haya inmunidad para los delitos que un expresidente haya cometido en el ejercicio de su responsabilidad, porque ese poder “es limitado, no absoluto», y «en última instancia, debe residir en el pueblo».
Pidió una enmienda constitucional que deje en claro que ningún presidente está por encima de la ley ni es inmune al procesamiento por delitos cometidos mientras está en el cargo.
Esta enmienda Nadie está por encima de la ley establecerá que la Constitución no confiere ninguna inmunidad frente a la acusación, el juicio, la condena o la sentencia penal federal en virtud de haber servido previamente como presidente, aclaró.
Por otra parte, el presidente Biden consideró que “Estados Unidos es la única democracia constitucional importante que otorga escaños vitalicios a sus jueces de la Corte Suprema”.
De manera que los límites de mandato ayudarían a garantizar que la membresía del Tribunal cambie con cierta regularidad, harían que los plazos para las nominaciones fueran más predecibles y menos arbitrarios.
También se refirió a un Código de conducta vinculante para la Corte Suprema, cuyas normas debería aprobar el Congreso.
Destacó la Hoja informativa que, desde su primer día en el cargo, Biden ha tomado medidas para fortalecer la democracia del país y proteger el estado de derecho.
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