En un mensaje en X, el ministro consigna su negativa a reconocer ese desenlace de los comicios y confirma que coordina con un grupo de países de la región que, según dijo ayer Maduro en Caracas, reedita al Grupo de Lima, fracasado años atrás en su apoyo a la oposición radical venezolana.
“Varios países de la región estamos coordinando acciones conjuntas para que se respete indubitablemente la voluntad del pueblo venezolano expresada ayer”, dice el mensaje del ministro.
“No hay marcha atrás, tome el tiempo que tome”, agrega, al anunciar que el embajador de Perú en Venezuela, Librado Orozco, deja hoy Caracas, llamado a Lima en consulta.
González-Olaechaea firmó un comunicado emitido ayer por un grupo de países de la región que se resisten a reconocer el resultado electoral venezolano.
El canciller es considerado por sus críticos conservador en extremo y muy ligado a Estados Unidos y en días pasados recibió comentarios adversos por ensalzar al exgobernante pronazi francés Philippe Petain en una recepción por el Día Nacional de ese país, que considera traidor a Petain.
De otro lado, el Partido Socialista de Perú exigió en un comunicado que se respete el dictamen de las urnas en el país bolivariano y rechaza “la injerencia del gobierno peruano en asuntos internos de la política venezolana”.
Señala que el resultado electoral fue un pronunciamiento a favor de “la reconciliación, la soberanía y el presente y futuro de un país mejor, sin interferencias extranjeras”.
También exige el cese de las llamadas sanciones o bloqueo económico de Estados Unidos y sus aliados europeos contra Venezuela, que afecta a los más pobres, y que se devuelva a este país sus riquezas robadas.
El Partido Socialista rechaza también los asesinatos y el vandalismo de las guarimbas (grupos violentos) apoyadas por la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y las amenazas de invasión a Venezuela.
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