Según planteó en un mensaje divulgado en X, el poder ejecutivo se inclinó por dar solo un cariz de negociación con “grupos de traquetos y comprometidos con economías ilícitas”.
Alegó además que el Gobierno también “dejó de lado y desconoce acuerdos con la Insurgencia Armada de carácter social y político que es el ELN, como diciendo: ahora lo prioritario es negociar con traquetos”, como se le conoce coloquialmente en Colombia a los individuos relacionados con el tráfico de sustancias ilegales.
De esta manera, resumió García, el Gobierno es el que se inclina por otro camino de paz.
Concluyó, no obstante, diciendo que el ELN seguirá buscando avanzar en la ruta construida y espera que la contraparte cumpla con lo que ha acordado.
Los roces entre la guerrilla y el Ejecutivo aumentan desde hace semanas, en tanto las negociaciones permanecen congeladas según lo decretó la fuerza insurgente el pasado abril.
El pasado viernes, la Delegación del Gobierno de Colombia en la Mesa de Diálogos de Paz con el ELN instó a esa organización armada a dar pruebas fehacientes de su compromiso con el proceso de negociaciones.
En un comunicado, refirió que en repetidas opiniones ha pedido a esa estructura insurgente buscar soluciones a las desavenencias existentes pues la prioridad es la protección de las comunidades.
Sin embargo, consideró, que “las respuestas han sido las mentiras y la arrogante posición de la dirección” de esa agrupación.
El texto difundido respondía a otro comunicado difundido también durante la misma jornada, en la que el ELN se cuestionó si es posible seguir negociando con un Gobierno que, según refirió, no cumple con los compromisos asumidos.
Ante esto, el documento redactado por la delegación gubernamental sostuvo que esa decisión corresponde únicamente a la guerrilla, pero que ha llegado la hora de que esa insurgencia le aclare a la sociedad colombiana y a la comunidad internacional si tiene o no un inequívoco propósito de llegar a la paz y de descongelar los trabajos de la Mesa.
También conminó a esa estructura a decidir si quiere o no renovar el acuerdo del cese al fuego que expira el venidero 3 de agosto.
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