En línea con las demandas del BCE, “vamos a acelerar la reducción del volumen de negocio”, prometió el director ejecutivo de la entidad, Johann Strobl, mediante un comunicado.
Por disposiciones de Occidente, el RBI se vio obligado a reducir su actividad en el mercado de la nación euroasiática a raíz del conflicto ruso-ucraniano.
De tal forma, bajó el número de clientes de 4,3 millones a 3,3 millones y achicó el volumen de préstamos, que pasó de unos 11 mil 600 millones de euros a fines de 2021 a cinco mil 800 millones a mediados de 2024, de acuerdo con datos de la institución.
Pese a los recortes, el RBI elevó sus ganancias en la primera mitad del año; el ingreso neto aumentó un 14 por ciento a 661 millones de euros, y una vez más la subsidiaria rusa contribuyó con más de la mitad del beneficio total.
«Estamos satisfechos con el desarrollo del resultado del grupo», afirmó Strobl.
No obstante, “estamos acelerando la reducción de nuestro volumen de negocios en Rusia. Paralelamente, continuamos trabajando en la venta de Raiffeisenbank Russia», confirmó el directivo sin precisar posibles plazos.
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