“Estamos preocupados por el impacto de la persistente inseguridad en el acceso a la educación, ya que el año escolar está programado para comenzar en septiembre”, aseguró a la prensa el portavoz del secretario general (António Guterres), Stéphane Dujaric.
La violencia extendida por esas regiones mantiene más de 900 escuelas cerradas, lo que afecta a 156 mil jóvenes, precisó.
De acuerdo con el vocero, 39 centros educativos del departamento Oeste acogen ahora a desplazados, mientras que otros 20 están ocupados por grupos armados y bandas.
La educación no puede esperar, afirmó Dujarric al confirmar la asignación del fondo de las Naciones Unidas para la educación en situaciones de emergencia y crisis.
Según cifras de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en el país, en los primeros seis meses del año el saldo de víctimas fatales por la expansión de las bandas armadas aumentó a casi tres mil 900.
La mayoría de los asesinatos y heridos se registraron en Puerto Príncipe y Artibonite, mientras la comunidad internacional espera el despliegue total de la Misión Multinacional para la Seguridad de Haití, que apenas cuenta con varios centenares de soldados kenyanos.
Solamente entre abril y junio, otras 428 personas fueron secuestradas por esas agrupaciones para pedir rescate.
En medio de masivos desplazamientos y el aumento de la inseguridad alimentaria, la respuesta humanitaria de Naciones Unidas carece de fondos suficientes para la crisis.
De acuerdo con el organismo, su Plan de Respuesta Humanitaria para 2024 apenas cuenta con la cuarta parte de los 674 millones de dólares necesarios para apoyar al país.
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