La muestra se enmarca en el aniversario 150 del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y permanecerá abierta al público hasta el 15 de septiembre próximo, con 163 instrumentos y otros objetos de hasta cuatro mil años de antigüedad.
Tlapitzalli: Ritos y sonidos del México antiguo debe su nombre a los instrumentos de viento, de las flautas, declaró Frida Montes de Oca, curadora de la exposición; quien aseguró que imitan el sonido de animales, de la lluvia y el viento.
Gracias a una aplicación es posible apreciar la melodía de estos instrumentos y silbatos, hechos de huesos, semillas o madera, lo cual brinda al visitante una inmersión sensorial completa, explicó la experta mexicana.
La mayoría de estas piezas no se habían exhibido antes, añadió, solo se recurrieron a ellas como objeto de estudio por parte de los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, entidad que organiza la exposición.
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