Los organizadores convocaron a una marcha el 5 de agosto en Montevideo, en conmemoración del segundo aniversario de la muerte de dos jóvenes transeúntes durante una balacera entre grupos delictivos.
Un comunicado denuncia que desde entonces se repiten numerosas balaceras, en que menores y adolescentes «mueren o se tiran al piso y resguardan en algunos lugares de sus casas para no ser asesinados”.
El pronunciamiento denuncia además “permanentes situaciones de violencia letal en las cercanías de las instituciones socio-educativas”.
Refiere que debido a la inseguridad los servicios básicos no llegan a esos barrios, donde ademas se debilitan proyectos sociales y vecinales.
El comunicado critica la falta de políticas de Estado que aborden eficazmente la situación y señalan una creciente vulneración de derechos en los sectores más frágiles de la sociedad.
Al respecto menciona el aumento de la pobreza infantil, la violencia basada en género y la falta de oportunidades laborales para los jóvenes, especialmente los de contextos más desfavorecidos.
Durante dos años intentamos llegar al presidente del Uruguay, y fracasamos. Ahora ya sabemos que el presidente y su gobierno no se hicieron cargo, ni se hacen cargo”, señalan los convocantes en su carta abierta.
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