Según el informe anual del ente estatal ruso, en junio pasado, el incremento se situó en 3 por ciento en términos anuales, unos 1,5 puntos porcentuales menos que el mes anterior, lo que se debe en gran medida al factor calendario: en junio de 2024 hubo dos días laborables menos que en junio del año pasado.
Además, el Producto Interno Bruto (PIB) ruso avanzó en 4 por ciento en el segundo trimestre, tras haber crecido un 5,4 por ciento en el primero.
La semana pasada, el ministro de Desarrollo Económico, Maxim Reshétnikov, declaró que su cartera incrementó el pronóstico de crecimiento de la economía del país para este año de 2,3 a 2,8 por ciento.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró su previsión de crecimiento de la economía rusa para 2024, y reveló que espera que el PIB del país aumente de 2,6 a 3,2 por ciento.
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