En una valoración tras el asesinato del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, el General de División enfatizó que tal actuar criminal de Tel Aviv busca elevar la moral dentro de las filas de su ejército, incapacitado de alcanzar un logro en el frente militar, especialmente en Gaza y Líbano.
Según comentó en su cuenta en X, desde el 7 de octubre pasado, Israel enfrenta las discrepancias de una sociedad dividida y su imagen como un Estado fuerte y capaz cayó.
Para el exdirector de la Seguridad General de Líbano (1998-2005), el intento de asesinato de anoche en Beirut, cuyo resultado aún no se ha develado por la falta de confirmación de la muerte del comandante Fouad Shukr (Hajj Mohsen), y el crimen a Haniyeh esta mañana en Teherán, son un doble golpe y un mensaje israelí a los dos pilares de la Resistencia en Gaza y Líbano, que destrozaron la relación exterior de la entidad.
En este punto, el parlamentario por el tercer distrito de la Bekaa desde mayo de 2022 aseguró que tal desesperación israelí demostró la incapacidad de su ejército y la fragmentación interna de su Estado y sociedad, como no había experimentado desde su creación en 1948.
Al lamentar el impacto y el dolor psicológico y moral causados por estos asesinatos, Al-Sayyed precisó que Israel no puede ignorar que en el presente no está en una confrontación militar con ejércitos tradicionales.
En este sentido, puntualizó que enfrenta a aquellos con una doctrina de lucha basada en la fe y de resistencia que ven a Israel como una entidad usurpadora y violadora de los derechos.
De acuerdo con el diputado libanés, el régimen de Tel Aviv cada vez que imagina la eliminación de una generación de ellos, surge una posición más sólida, profunda en la fe, fuerte en la resolución, competente, informada y rápida en su disposición para luchar.
A la luz de este escenario, subrayó que la confrontación entre Israel y el pueblo de la resistencia, dondequiera que esté, es cuestión de tiempo.
Concluyó que Israel aplica la política permanente de huir hacia adelante y apostar a tiempo para robar la tierra, desplazar al pueblo de Palestina y aniquilar las fronteras en Líbano, en lugar de aceptar la realidad y devolver los derechos a sus dueños.
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