La entidad informó la víspera que la prohibición se aplica para las aeronaves de aviación general con matrícula venezolana, que quieran ingresar al territorio de la nación centroamericana.
La AAC aclaró que esta medida estará vigente hasta tanto se establezca un mecanismo claro con el Instituto Nacional de Aviación Civil de Venezuela (INAC), en donde se determine cómo se solicitan el tiempo de tramitación y aprobación de los permisos de aterrizaje en cada país.
Caracas anunció el martes la suspensión temporal de los vuelos comerciales desde y hacia Panamá ante la intromisión de esos gobiernos y cuestionamientos al desenlace de las elecciones, ganadas por el presidente Nicolás Maduro, el pasado 28 de julio con el 51,2 por ciento de los votos.
El Ministerio de Transporte indicó que la medida se fundamenta en la defensa de la soberanía y seguridad nacional porque dichos países con su postura se muestran “comprometidos abiertamente con los postulados ideológicos del fascismo internacional”.
La suspensión expresada por el INAC también abarca a la República Dominicana, debido a que los centros aéreos de la isla y Panamá son los más usados para las conexiones desde y hacia Venezuela.
Vuelos que son servidos por las aerolíneas Turpial Airlines, Venezolana de Aviación y Copa Airlines, está última con 42 frecuencias semanales a Venezuela, con terminales como Barquisimeto, Barcelona, Caracas , Maracaibo y Valencia.
Cifras del Aeropuerto Internacional de Tocumen (AITSA) revelan que entre enero y junio de 2024, la terminal movilizó un total de 311 mil 624 pasajeros hacia Venezuela, de los cuales 154 mil 742 desembarcaron y otros 156 mil 882 pasajeros fueron embarcados mediante las aerolíneas: Copa, Turpial, Venezolana y Laser (está última operó hasta enero).
Sobre el impacto económico, expertos como Raúl Moreira señalaron que este impasse derivará en el supuesto que dure tres meses, entre tasas aeroportuarias dejadas de pagar y pasajes no vendidos, una suma aproximada de 16.4 millones de dólares. Al ser cuestionado sobre si la suspensión temporal podría complicar aún más la situación económica del país istmeño, el analista dijo que supondría menos ingresos para el Estado desde aportes del aeropuerto y de la Zona Libre de Colón, en un escenario fiscal ya complicado, adicionalmente, tanto las empresas que negocian con Venezuela como sus colaboradores se verían muy afectados, disminuyendo su aporte a través del consumo a la economía.
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