El alcance de esa norma, que posee regulaciones para posibilidades y la vez busca evitar riesgos de estas nuevas tecnologías, es limitado, pues expone una definición de IA de alto nivel técnico y deja fuera a algoritmos actuales, indica la CECU.
Al referirse a la legislación propuesta para la Unión Europea, la citada entidad menciona, por ejemplo, al software Bosco, capaz de determinar quién tiene acceso a bono social de electricidad y sobre el que existe una disputa legal para acceder a su código fuente.
La federación también estima que se fijan reglas insuficientes y confusas para los sistemas de IA con fines generales como el modelo GPT, utilizado como base para el ChatGPT.
Además, la ley propone reglas de transparencia para quienes desarrollan esos sistemas, pero con limitaciones para usuarios que sean empresas privadas.
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