De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la población de la zona enfrenta condiciones de hambruna o de la Fase cinco del Índice de Clasificación Integrada usada por el organismo.
Esto significa que al menos una de cada cinco personas o familias padecen falta extrema de alimentos y se enfrentan a la inanición y la indigencia, lo que da lugar a niveles extremadamente críticos de desnutrición aguda y muerte.
Los indicadores divulgados por el PMA advierte una compleja situación en el campamento de desplazados de Zamzam, ubicado a unos 12 kilómetros al sur de la ciudad de El Fasher, y que alberga una población estimada de al menos 500 mil personas.
Tras 15 meses de conflicto, el panorama se agrava para los civiles mientras la escalada entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido impiden gravemente el acceso humanitario.
El Programa llamó a la comunidad internacional a intensificar urgentemente los esfuerzos diplomáticos para lograr un alto el fuego inmediato que permita el acceso humanitario, así como que los organismos de ayuda presten servicios a gran escala.
La situación demanda evitar una hambruna generalizada que podría costar la vida a cientos de miles de personas, añadió además.
“La paz duradera es la única solución sostenible para abordar los niveles de hambre, desplazamiento y destrucción que aumentan rápidamente”, alertó el organismo.
De acuerdo con el reporte, la guerra ha destruido infraestructuras críticas, incluidas fábricas de alimentos, hospitales, bancos, tierras agrícolas, puentes, gasoductos e industrias como la goma arábiga.
Como consecuencia, incluso si la guerra se detiene hoy, reconstruir Sudán llevará décadas.
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