Aprobada en la sesión de clausura de la Quinta Reunión Extraordinaria de la Asamblea Nacional (Parlamento) en enero de 2024, la nueva legislación reemplaza a la vigente desde 2013 y, por su trascendencia, el borrador de la misma fue preparado de modo exhaustivo.
De hecho, el proyecto fue presentado al Legislativo en cuatro períodos de sesiones, así como en dos conferencias de legisladores a tiempo completo y ocho reuniones oficiales del Comité Permanente, y reajustado teniendo en cuenta los comentarios de expertos y científicos, así como de 12 millones de opiniones de la ciudadanía.
Según el subdirector del Centro de Promoción de Inversiones y Comercio de Ciudad Ho Chi Minh, Cao Phi Van, la normativa tiene muchos contenidos nuevos, incluidas las regulaciones sobre los derechos y obligaciones de los ciudadanos con respecto a la tierra, y la clasificación y planificación del uso de éstas.
Además, amplía el límite para la transferencia de los derechos de uso de las tierras agrícolas, complementa las normas sobre desarrollo, gestión y utilización de fondos de tierras, e incluye regulaciones sobre descentralización y delegación de poderes a las localidades.
Esto último, apreció, contribuirá a eliminar dificultades y obstáculos y facilitará la utilización de estos recursos para el desarrollo nacional, dijo.
Por su parte el miembro de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional Phan Duc Hieu esclareció durante los debates sobre la misma que la flamante legislación posibilita el uso combinado de la tierra para múltiples propósitos, permitiendo a los inversionistas utilizar parte del área de tierra agrícola para construir obras auxiliares.
Este mecanismo legal desenredará el “nudo” e impulsará la inversión en proyectos agrícolas y ecoagrícolas a gran escala, contribuyendo a mejorar la eficiencia económica del sector, consideró.
Según un informe gubernamental, la modificación de la Ley de Tierras de 2013 resultaba necesaria para perfeccionar el sistema jurídico en este ámbito, en consonancia con el desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista y en el contexto de la integración internacional.
Además, para fortalecer la gestión territorial en términos de superficie, calidad y valor económico, contribuir a la comercialización de derechos de uso de suelo, desarrollar el mercado inmobiliario, y promover los recursos de la tierra, creando motivación para que la nación se convierta en un país desarrollado de altos ingresos.
La nueva legislación permitirá establecer un sistema de gestión de la tierra moderno, transparente y eficiente, asociado con la reforma administrativa y la transformación digital, y armonizar los derechos e intereses del Estado, los usuarios de la tierra y los inversionistas.
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